Se transcribe el primer parrafo de la introducción:
Poner en análisis una trayectoria intelectual que tomó lugar en el estado neuquino cuando este pasaba de ser un territorio nacional a una provincia, es un llamado al vértigo. En el contexto de un país donde a lo largo de esa mitad del siglo siete millones de personas cambiaron su lugar de residencia en un ciclo de migraciones internas, las nuevas provincias del sur tenían mucho que ofrecer. A las nuevas generaciones de profesionales -marcados por las profundas transformaciones de la ciencia y la técnica propias del clima de época- el sur argentino les resultaba un escenario muy estimulante. Un exitoso desarrollismo genérico que trataba de romper adentro y afuera del país la lógica centro-periferia, dio aire fresco a los distritos del sur argentino. El intento de desmontar el modelo agro-exportador y de erigir en su lugar un complejo industrial diversificado, impulsó la búsqueda de fuentes energéticas acordes con esta nueva meta. Una economía que, hasta allí, había mirado “hacia fuera” mostró un creciente interés por crea “polos de crecimiento”, que irradiarían su influencia al conjunto nacional.